Las estrellas de mar | Cuentos cortos y educativos para niños
Había una vez un escritor que vivía en una playa tranquila, cerca de una colonia de pescadores. Todas las mañanas iba a caminar por la orilla del mar para inspirarse y pasaba las tardes en su casa escribiendo.
Cierto día, mientras caminaba por la playa, vio una sombra que parecía bailar. Al acercarse a esa figura, se dio cuenta de que se trataba de una niña. Ella recogía estrellas de mar que estaban en la arena para tirarlas nuevamente al océano.
—¿Por qué estás haciendo eso? —preguntó el escritor.
—¿No lo ve? —explicó la niña—. La marea está baja y el sol está brillando. Si permanecen aquí en la arena, se secarán y morirán.
El escritor quedó asombrado por lo que había dicho la niña y le contestó:
—Pequeña, existen millones de kilómetros de playa en este mundo y centenares de millones de estrellas de mar desparramadas por las playas. ¿Qué diferencia hay? Tú solo tiras unas pocas estrellas al océano y la mayoría muere. ¿Qué diferencia hay?
La niña, sin detenerse, recogió otra estrella de mar, la arrojó al océano y respondió:
—Para esta estrella, sí hice una diferencia.
Aquella noche, el hombre no pudo escribir. Al día siguiente, por la mañana, volvió a la orilla, buscó a la niña y se unió a ella. Juntos comenzaron a arrojar las estrellas de mar al océano.
Ahora son dos los que quieren hacer del mundo un lugar mejor. Esa es la diferencia.
La enseñanza de la historia es que cada pequeño esfuerzo cuenta, incluso cuando el problema parece abrumador o imposible de resolver. Aunque no se puede cambiar el mundo entero de una vez, las acciones individuales pueden marcar una gran diferencia para aquellos que son ayudados. La historia también nos inspira a no desanimarnos por la magnitud de los desafíos, sino a actuar con compasión y perseverancia, sabiendo que cada gesto positivo suma para crear un mundo mejor.
Comentarios
Publicar un comentario